Este 7 de Octubre los judíos celebran Hoshana
Rabbah, se supone que ese día, el Señor ejecuta el perdón o el juicio
según fuera el resultado obtenido el día de Yom Kippur (cuando se hacía
la expiación en el lugar santísimo). Este tiempo representa el cierre
del Sucot o la fiesta de los tabernáculos y así marca el fin de las
altas fiestas que dan inicio al año. Representa el agradecimiento a Dios
y
la adoración con motivo de un nuevo
periodo donde se han renovado sus bendiciones. Jesús como buen judío y a
pesar de los obstáculos, celebró esta ocasión en Juan 7:37
"En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: —Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva. 39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él, pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado".
Sabemos que Sucot ayuda al pueblo de Yisrael a recordar su periplo por el desierto, donde el elemento más escaso es por supuesto el agua. Jesús estaba diciendo que en medio de la más imperiosa necesidad espiritual Él poseía el mensaje y poder necesarios para traer satisfacción a toda angustia y salvación al perdido.
Para los venezolanos particularmente, este días será de mucha tensión, pero recordemos los creyentes que nuestra provisión y libertad proviene del Cielo, de donde es nuestra ciudadanía eterna, no de la tierra donde solo viajamos dentro de de una sucka, un tabernáculo perecedero. Nuestro cuerpo eterno y glorioso nos será dado en la resurrección, nuestro templo eterno está en aquel que es El Eterno. Dejemos el pleito a aquellos que creen que este mundo es lo único que hay.
Creamos que en este periodo se ejecutará el juicio de Dios según haya sido dispuesto por ÉL. Debemos ejercer nuestro voto según nuestra conciencia y en función de la palabra por aquellos que bendicen Eretz Yisrael y a los descendientes de Abraham según la carne y según la fe. Creo que Dios nos lleva a nuevas etapas en la vida nacional para gloria de su Nombre y en medio de cualquier desierto, solo Él suplirá nuestra sed. Por eso, no vale la pena discutir entre nosotros sino creer que será Él quien juzgue.
Espero que seamos tenidos por dignos de crecer y alcanzar las promesas que hemos recibido, que los muros espirituales caigan como los de Jericó, por eso recordemos sus propósitos y su voluntad con nosotros. Amen!
"En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: —Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva. 39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él, pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado".
Sabemos que Sucot ayuda al pueblo de Yisrael a recordar su periplo por el desierto, donde el elemento más escaso es por supuesto el agua. Jesús estaba diciendo que en medio de la más imperiosa necesidad espiritual Él poseía el mensaje y poder necesarios para traer satisfacción a toda angustia y salvación al perdido.
Para los venezolanos particularmente, este días será de mucha tensión, pero recordemos los creyentes que nuestra provisión y libertad proviene del Cielo, de donde es nuestra ciudadanía eterna, no de la tierra donde solo viajamos dentro de de una sucka, un tabernáculo perecedero. Nuestro cuerpo eterno y glorioso nos será dado en la resurrección, nuestro templo eterno está en aquel que es El Eterno. Dejemos el pleito a aquellos que creen que este mundo es lo único que hay.
Creamos que en este periodo se ejecutará el juicio de Dios según haya sido dispuesto por ÉL. Debemos ejercer nuestro voto según nuestra conciencia y en función de la palabra por aquellos que bendicen Eretz Yisrael y a los descendientes de Abraham según la carne y según la fe. Creo que Dios nos lleva a nuevas etapas en la vida nacional para gloria de su Nombre y en medio de cualquier desierto, solo Él suplirá nuestra sed. Por eso, no vale la pena discutir entre nosotros sino creer que será Él quien juzgue.
Espero que seamos tenidos por dignos de crecer y alcanzar las promesas que hemos recibido, que los muros espirituales caigan como los de Jericó, por eso recordemos sus propósitos y su voluntad con nosotros. Amen!
