martes, 3 de junio de 2008

EL NUEVO ANTISEMITISMO Y EL VERDADERO ISRAEL

Les escribo porque he hecho varias reflexiones con respecto al futuro israelí y al problema del resurgimiento del antisemitismo, problema que ha renacido con una nueva fisonomía, como las bacterias que mutan para hacerse resistentes al antibiótico. La mayoría no desea expresar adversión hacia el judío, muchos se hacen llamar a sí mismos amigos de los judíos, sin embargo odian la nación judía, la cual representa una garantía para la supervivencia pacífica del judío moderno y es el foco de la esperanza de mil años que canta el Hatikva. Fuí a Israel, caminé por las calles de Jerusalén, dialogué con el pueblo judío y tambien con el árabe.

Fué una experiencia inolvidable y pude reconocer una realidad israelí muy distinta de la ofrecida por los medios de comunicación.

Israel para mi sorpresa posee una organización más cercana al socialismo que a la derecha y se embargo se le asocia constantemente a la búsqueda perenne de los ideales capitalistas. Pero no es verdad. No pude ver grandes magnates multimillonarios en Israel, tampoco ví los extremos de la pobreza.

Pude presenciar los barrios árabes, donde árabes israelíes viven en hogares con las mismas comodidades del resto de los pobladores, sin embargo al preguntarles su nacionalidad ellos me decían que eran palestinos. Si bien es su corazón lo son, ellos poseen los mismos derechos de cualquier israelí, pues gozan de dicha nacionalidad. Son más de millón y medio. Tuve la oportunidad de quedarme en un Kibutz, donde conversé con los empleados, muchos de ellos árabes y para mi sorpresa no eran árabes israelíes, sino palestinos legalmente. Ellos trabajan en ese hotel y los ví conversar con otros trabajadores judíos, todos se trataban con respeto y cordialidad. Esos kibutz que al entenderlos me dí cuenta eran hermanos mayores de los nucleos endógenos socialistas, donde los miembros tienen todo en común y donde se gestó lo que tal vez ha sido la mayor revolución agricultural de la historia humana, la cual transformó el desierto en tierra cultivable.

Aprendí sobre sus hospitales y escuelas, con excepción de algunas escuelas para extranjeros occidentales, no hay uno solo que sea privado, la salud es igual para todos, con una igualdad solo posible bajo un esquema socialista verdadero. Las tierras no le pertenecen a nadie en Israel, de hecho son propiedad del Estado. Aún recibí las felicitaciones de amigos judíos que celebraban algunos de los logros del actual gobierno venezolano, tales como la reducción de la mortalidad infantil y la pobreza y la erradicación del analfabetismo. No hay odios en Israel hacia los gobiernos de corte socialista, porque ellos mismos lo son.

Sin embargo Israel posee una pujante democracia, bajo un sistema parlamentario en el que el presidente y el primer ministro son de todo menos omnipotentes, allí el presidente Moshé Katsav tuvo que retirarse rápidamente de sus funciones antes de ser depuesto por la justicia luego de ser acusado de agresiones a subordinadas, donde ni aún los militares saludan con la acostumbrada formalidad nuestra a sus superiores. Las personas se tratan como iguales. No escuché a nadie emplear nuestros connotados títulos: "Doctor, Licenciado, General, etc". Cada quien se llama solo por su nombre.

Quise entrar para ver de cerca la cúpula dorada, no se me permitió, pues un soldado judío me preguntó si yo era musulman y ante mi negativa me impidió el paso. Un judío custodiaba el sagrado recinto para que no fuese profanado. Existe un profundo respeto hacia las diversas religiones. Siento que sí se han cometido errores en Israel, no es un pais perfecto. Creo que en el conflicto Israelí es difcil encontrar una verdad absoluta, pero es tiempo de que se diga la verdad sobre Israel y su sociedad, el pais donde la realidad muestra a judíos y árabes que en su mayoría y más allá de sus líderes, viven en paz.

Es verdad que hay problemas, puede que haya extremistas de ambos lados. Pero la experiencia israelí no puede ser comprendida sin ser vivida. Los medios ofrecen una imagen muy limitada. La estrecha asociación con Estados Unidos a pesar de los muchos beneficios, está trayendo algunos efectos colaterales serios, ya que este país ha venido perdiendo su reputación rápidamente y vemos como los movimientos socialistas que lo adversan como régimen imperial capitalista han tendido a ir contra Israel. Eso es peligroso. Europa es mayoritariamente socialista luego de la Segunda Guerra y cada vez más el continente unido se perfila como la próxima potencia mundial.

¿Por qué reflejar la imagen de una potencia capitalista cuando Israel no lo es? Creo necesario seguir impulsando el proceso de paz, reducir los traumas asociados a la movilización de ciudadanos palestinos, flexibilizar las discusiones sobre territorios, cuidando el establecimiento del muro de división para que no se ubique sobre terriotorio palestino y manteniendo siempre a Jerusalén fuera de la diatriba por ser la capital eterna de Israel. Pero a la par, presentar al Israel verdadero en los medios, donde el socialismo, la democracia y el estímulo al empredimiento conviven exitosamente, pues esta, más que una guerra de balas es una guerra de opinión.

3 comentarios:

Amy dijo...

A very good post and a very timely topic! I am traveling to the Middle East in about two weeks!

Kate dijo...

Antonio! I might not have been able to read your Facebook message, but thank goodness for Google translator which allows me to read your blog! :)

Great post, I know exactly what you're talking about. The team I led in 1999 was the Holy Land team.

Anónimo dijo...

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GBY...
Jeff Pavajeau