lunes, 8 de abril de 2013

Di-s y los Políticos


¿Qué espera Di-s de un político? ¿Como podemos identificar un buen gobernante? La respuesta puede ser más sencilla de lo que parece.

El amor a Di-s y el amor al Prójimo se incluyen en los dos mandamientos fundamentales que resumen las expectativas que nuestro Señor tiene en cuanto al hombre. Sin embargo, muchos gobernantes históricamente han creído que sus proyectos pueden estar por encima de las normas universales que deben regir la vida cotidiana en el común de las personas. La búsqueda de una especie de "bien mayor", se usa para justificar los "pecados menores" que a veces cometen en su camino hacia el poder.

Si bien, es cierto que las leyes divinas están sujetas a prioridades y que debemos tener claro qué es lo más importante al momento de tomar decisiones, los atropellos y las ofensas a Di-s, aunque parezcan ser útiles a nivel táctico, para alcanzar un objetivo moralista a nivel estratégico, al final le roban todo el valor a cualquier intención ulterior. Es decir, si para lograr lo bueno hacemos lo malo, entonces lo "bueno" que logremos se verá significativamente menoscabado, y al final la vida y las normas que Di-s estableció para controlar el universo terminarán por alcanzarnos.

Hemos visto esta realidad dramáticamente cumplida en Venezuela, ya que a lo largo de la historia de la "democracia" hemos justificado usar la mentira, la corrupción administrativa, la demagogia, la discriminación de algunos grupos y el irrespeto a la leyes. Hemos encubierto estas acciones tras excusas políticas e ideológicas, pero ningún proyecto político, por beneficioso para las mayorías que aparente ser, puede ser exitoso cuando para ser alcanzado requiere un accionar que ofende a Di-s y al Prójimo.

Esto es algo que a los políticos y gobernantes se les dificulta mucho entender. El mal a nivel táctico u operativo no puede originar un Bien a nivel estratégico. ¡No funciona así!

Nuestros gobernantes muchas veces han hecho pactos con satanás para acceder al poder, y con ello me refiero a las continuas concesiones morales que caracterizan su conducta política. No existe justificación para eso. Algunos gobiernos utilizaron la brujería como recurso para moverse en el mundo espiritual y ganar el respaldo del pueblo, pero a fin de vencer en el mundo espiritual se necesita a Di-s y obedecer sus leyes, no existen atajos para eso.

Para ganarse al pueblo la Biblia presenta un receta, aunque usted no lo crea la mayor lección política de todos los tiempos y se encuentra en 1 de Reyes 12:6 la cual reza "Si te pones hoy al servicio de este pueblo, lo sirves y le respondes con buenas palabras, ellos te servirán para siempre."

En resumen, para agradar a Di-s (que es lo más importante y necesario) debes obedecer su ley, amándolo con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma y con todas tus fuerzas y luego debes amar a tu prójimo como a tí mismo. Luego, para agradar al pueblo debes hacer tres cosas:

1.- Ponte al servicio del pueblo: Debes estar disponible, abierto al diálogo, abierto al escrutinio, debes considerarte un siervo, un esclavo de otros, olvídate de las pretensiones y el orgullo y preséntate a tí mismo con humildad.
2.- Sírvele al pueblo: Tu disposición e intenciones no pueden quedarse allí, debes comenzar a cumplir con acciones concretas y honestas de servicio desinteresado, la gente notará rápidamente la diferencia entre tu aparente disposición y tus actos reales si estos nos son coherentes, congruentes y consistentes.
3.- Responde con buenas palabras: tu discurso debe ser bueno, moralmente hablando, en ello tus palabras deben ser benignas, bondadosas, positivas y reforzadoras, interesadas siempre por el bien en cada nivel, común, universal y general, así como singular, específico e individual. Sí se puede. El Rey David lo hizo, Jesús lo Hizo.

Por favor, no recurras a la brujería. Los ritos no compran el favor de Dios y los espíritus que ofrecen su ayuda son siempre mentirosos. No te enfrasques en maldecir al Pueblo de Dios, si Israel hace algo malo puedes mencionarlo, puedes estar en desacuerdo, pero no lo maldigas porque no encontrarás el favor de Dios en eso. La Nación de Israel dispersa o reunida no ha dejado de existir por miles de años desde que salió de Egipto ni dejará de existir nunca, así que no seas hallado "dando coces contra el aguijón". Recuerda al rabino Saulo conocido como Pablo y su encuentro con Jesús.

No persigas a la Iglesia de Cristo, lo cual no es sinónimo de Iglesia católica o evangélica, sino que representa a todos aquellos que le han entregado su vida a Jesucristo, déjalos trabajar y ayúdales en lo que puedas, sobre todo no discrimines a un grupo.

Ármate de todas las herramientas de diálogo que puedas, debes aprender a escuchar muy bien, entonces seras grande y serás útil.

Bendigo a todo aquél que lea estas lineas y que desea entrar a la esfera de la política.

Mateo 7:24 "A cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca."